Las saunas coreanas, también llamadas “jjimjilbangs”, son extremadamente famosas por ser un escape de la vida cotidiana y donde la gente disfruta de estar desnudas en diferentes habitaciones de temperatura que van desde el calor abrasador hasta el frío helado.
Muchos surcoreanos y los turistas del país han visitado las saunas coreanas. Pero, ¿sabías que también hay saunas en Corea del Sur específicamente hechas para que los hombres gays se diviertan?
Los derechos LGBT en Corea del Sur es un tema siempre polémico, y muy complicado.
El país altamente religioso ha sido muy crítico por apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Por lo tanto, es un poco sorprendente que hay tantas “Gay Saunas” en Corea del Sur!
Un blog llamado Korean Expose explora la sauna desde la perspectiva de un hombre gay que vive en Seúl, compartiendo sus experiencias en la sauna. Lea lo que tenía que decir a continuación:
“Al entrar en el establecimiento poco iluminado, uno hace como lo harían en cualquier sauna normal. En primer lugar, los zapatos se quitan y se almacenan en un armario. Los clientes compran boletos, con lo cual reciben varias toallas y se dirigen al vestuario.
Se duchan, se secan y se envuelven toallas grandes alrededor de la cintura. Esto está ligado de manera estratégica como una señal si eres gay activo o pasivo para aquellos que son curiosos.
Los lugares difieren en tamaño y complejidad, pero en general siguen un diseño conjunto: una sala de televisión, una serie de cubículos que están cortadas, y una zona de descanso comunitaria. El último es donde comienza la búsqueda de carne, o “crucero”.
Es difícil ver las caras de la gente porque la iluminación es tan tenue. Es por eso que los hombres vienen preparados con los viejos teléfonos móviles 2G, encendidos y abiertos, utilizando la luz pálida para distinguir las caras de las personas y las configuraciones de la toalla.
El tipo sumiso, a menudo de fondo, permanecerá en exhibición en el suelo como si estuviera a la venta en un mercado de carne, esperando a ser comprado. Si un cazador encuentra una captura que le agrada, puede comenzar a acariciar su camino por el cuerpo, bajo la toalla, poco a poco agarrando, tocando y acariciando partes íntimas, lo que hace sus intenciones claras.
La otra parte puede aceptar o rechazar sus avances.“